viernes, 5 de marzo de 2010

Hablando con Nuestros Hijos

Es muy importante hablar con nuestros hijos para saber que es lo que saben del cambio climático, que han escuchado del calentamiento global, y que saben de cómo cuidar el medioambiente. Desafortunadamente lo que más escuchamos, o lo que más ruido nos hace es toda la información negativa, las noticias alarmistas, y eso nos puede afectar de manera negativa, nos puede paralizar en vez de hacernos cambiar nuestra forma de vivir. Nosotros somos adultos y se supone que debemos de tener algunos filtros que nos ayudan a digerir y entender la información que recibimos, pero no sabemos de que forma les llega (o les hacemos llegar) esta misma información a nuestros hijos. Lo que queremos es formarlos para que sean conscientes de la problemática que hay, para que actúen de forma respetuosa al medioambiente, y que cuiden de la mejor forma posible su planeta. Lo que no queremos es quitarles la esperanza del futuro, no queremos que pierdan su forma positiva de pensar y actuar, simplemente queremos formar seres humanos que sepan cuidar lo que tienen alrededor suyo.

¿Cómo lo podemos hacer entonces? Obviamente lo más valioso que hay es enseñar con el ejemplo. Si nosotros hacemos un esfuerzo por vivir de forma responsable, dejando la menor huella ecológica posible, eso es lo que aprenden nuestros hijos, y eso va a ser el ejemplo que van a seguir. Desafortunadamente lo que hacemos hoy en día la mayoría de las personas, no es suficiente, tenemos que hacer cambios más grandes para dejar de gastar los recursos naturales, y para dejar de contaminar a la tierra. Lo mejor que podemos hacer es seguir aprendiendo, y seguir luchando para lograr cambios positivos todos los días. No es necesario hacer todo en un día. La lucha en si, enseña algo muy valioso a nuestros hijos, les enseña que nadie es perfecto, y que siempre tenemos que luchar para que seamos mejores. Los cambios pequeños no nos cuestan tanto trabajo como quererlo hacer todo al mismo tiempo, y eso hace que los cambios tengan más probabilidad de ser permanentes. Si nosotros logramos impulsar cambios positivos en nuestros hijos, ellos nos van a regresar una energía mucho más grande, mucho más positiva, y ese primer impulso va a ser el inicio de un espiral positivo en la lucha contra el cambio climático. Juntos logramos mucho más y si enseñamos a nuestros hijos el camino correcto, ellos nos van a poder enseñar aún más. Son nuestros mejores maestros, nuestros críticos más grandes y nuestra inspiración. Con un poco de guía, a ellos no les va a costar ningún trabajo cuidar su planeta.

Es difícil controlar toda la información que les llega a nuestros hijos. Aunque siempre queremos protegerlos, es tanta la información que existe hoy en día, que no es posible filtrarlo todo. Hacemos un esfuerzo para que reciban los impulsos positivos, pero desafortunadamente también les llegan las noticias alarmistas y negativas, y no queremos que tengan pesadillas de inundaciones o que tengan miedo de vivir pensando que el mundo se vaya a acabar. Por eso es muy importante que nosotros tengamos una comunicación abierta con ellos para ayudarles a digerir las cosas negativas que reciban y complementar esa información con soluciones y visiones más positivas. Queremos niños que busquen soluciones, queremos hijos llenos de esperanza que toman por hecho que cada cosa que hagan tiene un impacto en el mundo, queremos niños que puedan ver su futuro de una forma positiva y llena de ganas de vivir bien. Esperanza es lo que nos llena de vida, no tenemos el derecho de quitarles eso a nuestros hijos. Junto con ellos podemos empezar a vivir más verde, en fin, el verde es el color de la esperanza ¿no?

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